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En medio de la creciente preocupación por el impacto ambiental de los sistemas de aire acondicionado modernos, investigadores de la Universidad Estatal de Washington (WSU) se han embarcado en un viaje innovador para explorar métodos de refrigeración antiguos como una alternativa sostenible.
"La refrigeración es cada vez más demandada en los edificios, especialmente a medida que el clima se vuelve más cálido... ¿Cómo podemos enfriar los edificios para empezar, antes de depender de los sistemas mecánicos?", comentó el profesor asistente Al-Hassawi, de la Escuela de Diseño y Construcción de WSU.
El enfoque adoptado por los investigadores se aleja de los sistemas que consumen mucha electricidad en favor de metodologías pasivas que aprovechan las torres eólicas para el enfriamiento por evaporación. La cámara experimental, que se asemeja a un contenedor de envío de gran tamaño, funciona con energía solar con almacenamiento en batería, lo que elimina la necesidad de fuentes de energía convencionales. Con la capacidad de simular condiciones extremas, la temperatura de la cámara se puede elevar a 125-130 grados Fahrenheit (52-54 grados Celsius) para evaluar la efectividad del sistema de enfriamiento.
En una desviación convincente de las normas convencionales, el sistema de enfriamiento pasivo de corriente descendente ha sido sometido a pruebas en los climas áridos de Phoenix, Arizona. El profesor Al-Hassawi destacó las ventajas de este enfoque y señaló que la utilización de modelos reducidos acelera las pruebas y la investigación, evitando los retrasos asociados con los prototipos a gran escala.
La magnitud del problema de la refrigeración es claramente evidente en las estadísticas de emisiones: 531 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono provienen del consumo de energía para el control de la temperatura. En comparación, 599 millones de toneladas resultan de la eliminación de la humedad. Al-Hassawi señaló el inminente auge de la construcción debido al crecimiento de la población mundial, particularmente en los países en desarrollo, planteando la urgente cuestión de la refrigeración sostenible frente a las crecientes necesidades de aire acondicionado.
Inspirándose en los anales de la historia, el concepto de enfriamiento pasivo se remonta al antiguo Egipto, alrededor del año 2500 a.C. Al canalizar la brisa a través de torres eólicas, la humedad se evapora, lo que induce el enfriamiento del aire. El aire frío y más denso desciende naturalmente a los espacios habitables de abajo. Al-Hassawi subrayó la importancia de la innovación para revitalizar estas estrategias tradicionales para el diseño de edificios contemporáneos.
El equipo de investigación imagina un futuro en el que estos sistemas de refrigeración pasivos sustituyan al aire acondicionado convencional, especialmente a medida que aumenta la temperatura de la Tierra. La cámara de pruebas es un testimonio del esfuerzo por forjar un futuro sostenible y más fresco mediante la fusión de la sabiduría antigua y la tecnología moderna.
El estudio fue publicado en Energías.